A la segunda va la vencida by Sandra Bree

A la segunda va la vencida by Sandra Bree

autor:Sandra Bree [Bree, Sandra]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Humor, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2022-09-29T00:00:00+00:00


Capítulo 11

—Hola, Sofí.

—¡Dani! ¡Qué bien que hayas venido! Tengo algo que contarte.

Mi amiga pasó directa al salón y la seguí.

—Ya lo sé.

La miré con sorpresa.

—¿Lo sabes?

—Allen nos ha dicho que eres su novia.

—¡No!

—¿No estás con él?

—Sí, pero no en plan novios. Nos hemos enrollado.

—Eso pensaba yo, pero él no deja de insistir en que sois novios y que te vas a marchar con él a la Rosa Negra.

Me eché a reír.

—No te creo.

Dani asintió.

—Te pidió salir y dijiste que sí.

—¡Salir tipo cita! ¡Nada de compromiso! —Un escalofrío me recorrió por entera—. Esa simple palabra me da grima.

—Mis futuros suegros están planeando vuestra boda. Por su puesto, tiene que ser allí, en Denver, de ese modo todos los familiares que no van a poder ir a la mía, podrán asistir a la tuya.

—¡No! —exclamé aterrada—. No voy a casarme, ni mucho menos a irme al otro lado del mundo. Allen me gusta. ¡Coño, está muy bueno! Pero no quiero nada serio con nadie. Tú lo sabes, adoro ser independiente. Además, ni siquiera hemos hablado de amor.

Dani se acomodó en el sillón y cruzó las piernas. Vestía una camiseta holgada y unos pantalones piratas blancos.

—Pues no hacen más que decir algo así como que a la segunda va la vencida y esas cosas.

—¡Que no!

Comenzaba a cabrearme de verdad. Haber hecho el amor con Allen había sido una pasada, pero tampoco había significado tanto. No era la primera vez que me acostaba con un tío.

—Yo solo te cuento lo que me han dicho. No vayas a matar al cartero por eso.

—Claro que no. —Me senté a su lado con la mirada al frente—. No entiendo por qué ha dicho eso. —Negué con la cabeza—. No puedo aceptar su trabajo, mucho menos… —Una idea extraña cruzó por mi mente—. ¿Se habrá enamorado de mí?

Dani se encogió de hombros.

—No tengo ni idea, aunque Allen es muy enamoradizo.

—Si es así, ¿por qué no se ha casado todavía? ¿Por qué no lo hizo con tu hermana?

—Se lo pidió después de saber lo de Cole —respondió muy seria—. Pero Adara no quiso. Y a mí, cuando me dijo que me fuera a vivir con él al rancho al enterarse de que yo tenía la custodia.

Respiré hondo y recosté la espalda en el sofá para mirarla. Por algún extraño motivo no me gustó oír que él ya había pedido matrimonio a más de una mujer.

—Te prometo que no hemos hablado de… eso —aseguré, incomoda.

—A mí me parecía extraño, pero no he querido decir nada hasta hablar contigo.

Preocupada, me mordí el carrillo interior.

—Debería decirle algo, ¿verdad? No me gustaría que se hiciera ilusiones conmigo.

—Supongo que sí.

—Vaya, no sé cómo ha podido llegar a esa conclusión. Ayer me acompañó a casa cuando vinimos de la cueva y, bueno… nos liamos. Esta noche hemos quedado para ir al cine. Hablaré con él.

—No te veo muy convencida.

—¡Que sí! Es solo que… bueno, me halaga un poco que piense que entre nosotros hay algo… serio. Pero no. No puede estar enamorado de mí.

Dani se encogió de hombros.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.